Todos los ganadores del PREMIO CERVANTES de Literatura (2/4)

Presentamos la segunda parte sobre un total de cuatro, del informe en el que repasamos vida y obra de los 49 ganadores del Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes, el más importante en nuestro idioma. En este caso, los galardonados entre 1987 y 1998; doce escritores que van desde el mexicano Carlos Fuentes hasta el español José Hierro.

Carlos Fuentes (1987)

Carlos Fuentes.

Carlos Fuentes nació en Panamá y pasó su infancia en diferentes países debido a los cargos diplomáticos que ejercía su padre; pero Carlos Fuentes es de los autores mexicanos que alcanzaron renombre mundial. Mientras estudiaba Derecho en la Universidad Autónoma de México, inició su carrera literaria, cultivando el ensayo y la crítica de arte y publicando sus primeros textos en diarios y revistas.

También trabajó en el servicio diplomático de México, pero nunca abandonó la actividad literaria ni su dilatada labor periodística, incluso como profesor de Literatura en diversas universidades.

En 1954 publicó su primer volumen de cuentos, Los días enmascarados, al que siguieron novelas consagratorias como La región más transparente (de 1958) y La muerte de Artemio Cruz y Aura (ambas de 1962). La extensa Terra nostra apareció en 1975, después de seis años de escritura, con la que obtuvo el Premio Rómulo Gallegos y logró su consagración global definitiva.

Junto a García Márquez, Cortázar y Vargas Llosa fue una de las cuatro figuras centrales del llamado Boom Latinoamericano.

María Zambrano (1988)

María Zambrano.

La española María Zambrano fue la primera mujer en obtener el Cervantes, reconocimiento que le llegó después de que su país de origen la ignorara durante más de medio siglo. Doctora en Filosofía y discípula privilegiada de Ortega y Gasset, fue docente y colaboró en varias publicaciones españolas, entre ellas la reconocida Revista de Occidente, dirigida por su maestro.

Con la caída de la República, en 1939 inició un largo exilio que la llevó sucesivamente por Estados Unidos, México, Cuba, Puerto Rico, Francia, Italia y Suiza, países donde prosiguió con la docencia y con sus investigaciones filosóficas. En 1984, tres años después de que se le otorgara el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, volvió a España, donde sentó residencia definitiva.

Sus obras refieren básicamente a lo filosófico-literario, con una prosa lírica y poética para reflexionar sobre las claves de la existencia humana: la libertad, la justicia, la identidad, el rol de la mujer y la democracia, además del largo exilio que padeció en carne propia.

Augusto Roa Bastos (1989)

Augusto Roa Bastos.

Augusto Roa Bastos es considerado el escritor más importante del Paraguay y uno de los grandes novelistas de Hispanoamérica. Su infancia transcurrió en Iturbe, pequeño pueblo guaraní del cual se sirvió para elaborar tanto el escenario como el objeto referencial de su obra de ficción.

Sus primeros libros publicados fueron el poemario El ruiseñor de la aurora y otros poemas (en 1942) y los cuentos de El trueno entre las hojas (en 1953). Aprovechó la experiencia ganada en la Guerra del Chaco para su primera novela, Hijo de hombre (de 1960). Le siguieron volúmenes de cuentos como El baldío (de 1966), Los pies sobre el agua (de 1967) y Cuerpo presente (de 1971)

En 1974 publicó su novela más célebre, Yo el Supremo, soliloquio de José Gaspar Rodríguez de Francia, dictador obsesionado con el poder absoluto, el control y la vigilancia.

Opuesto al régimen encarnado por Alfredo Stroessner, vivió casi siempre en el extranjero, especialmente en la Argentina, donde ejerció como periodista, guionista de cine, dramaturgo, conferenciante y profesor.

Adolfo Bioy Casares (1990)

Adolfo Bioy Casares.

Aunque la vida literaria del argentino Adolfo Bioy Casares comenzó en su adolescencia, el éxito y el reconocimiento le llegaron con La invención de Morel, en 1941, que le valió el Premio Municipal de Literatura. Le siguieron otras novelas de similar éxito: Plan de evasión (en 1945), El sueño de los héroes (en 1954), Diario de la guerra del cerdo (en 1969) y Dormir al sol (en 1973).

Simultáneamente publicó cuentos en revistas literarias, como Sur, luego compilados en volúmenes como La trama celeste (de 1948), Historia prodigiosa (de 1956) y El lado de la sombra (de 1962).

En sociedad con Borges dirigió una colección de libros policiales, El Séptimo Círculo, y preparó varias antologías; también con él coescribió cuentos policiales bajo el seudónimo Honorio Bustos Domecq.

Los recursos que le permitían dedicarse a tiempo completo a la literatura y especialmente su matrimonio con Silvina Ocampo y su fraternal y profesional vínculo con Borges, fueron claves para su desarrollo como narrador.

Francisco Ayala (1991)

Francisco Ayala.

Doctor en Derecho, catedrático, narrador, traductor y crítico, el español Francisco Ayala escribió numerosos libros entre ensayo y ficción, comenzando en 1929 con Tragicomedia de un hombre sin espíritu.

Al finalizar la Guerra Civil, partió al exilio para desempeñarse como profesor de Sociología en la Argentina y en Puerto Rico. Posteriormente fue catedrático de Literatura en universidades de los Estados Unidos. Residió en Buenos Aires hasta 1950, dedicado la enseñanza, a labores editoriales y a la literatura, colaborando en la revista Sur y con el diario La Nación.

En 1949 apareció una de sus obras más reconocidas: el libro de narraciones breves Los usurpadores, y en 1958 la novela Muertes de perro, que confirmó su notoriedad como narrador.

Fue también autor de ensayos como Introducción a las Ciencias Sociales (de 1952) y Tratado de sociología (de 1957), y estudios literarios recogidos en libros como Las plumas del fénix (de 1989) y El escritor en su siglo (de 1990).

Dulce María Loynaz (1992)

Dulce María Loynaz.

Dulce María Loynaz comenzó a publicar poemas en 1919, y a los 24 años de edad se doctoró en Derecho Civil, ejerciendo la profesión de abogada hasta 1961. Sin embargo, su vida siempre estuvo marcada por el quehacer literario y por los viajes a países europeos y americanos y por Oriente Medio, escribiendo crónicas para la prensa de su país y de España.

En 1937 publicó Canto a la mujer estéril, poema que resume el sentimiento de frustración de una mujer impedida de procrear, y al año siguiente ve la luz la primera edición de sus famosos Versos.

En 1947 publica en Madrid la primera edición de Juegos de agua y en 1951 la novela Jardín. Luego aparecerán los Poemas sin nombre, mientras colabora con periódicos españoles. En 1958 aparece en España Un verano en Tenerife, relato calificado por su autora como “lo mejor que he escrito”.

Los últimos libros que publicó en Cuba fueron Poemas escogidos (en 1985), BestiariumLa novia de Lázaro (ambos en 1991).

Miguel Delibes (1993)

Miguel Delibes.

Licenciado en Derecho, Miguel Delibes compaginó la literatura con la docencia y el periodismo profesional. En la década de 1940 colaboró como dibujante caricaturista y redactor en el diario El Norte de Castilla, de Valladolid. También realizaba críticas de cine.

Su primera novela, La sombra del ciprés es alargada, apareció en 1948, que el año anterior había obtenido el Premio Nadal, y en 1949 la segunda, Aún es de día, que fue censurada por el franquismo. A ellas siguieron obras claves como El camino (de 1950); Diario de un cazador (de 1955), que le valió el Premio Nacional de Literatura; La hoja roja (de 1959), que obtuvo el Premio Juan March, y la celebrada Las ratas (de 1962).

Luego publicó Cinco horas con Mario (en 1966); Parábola del náufrago (en 1969); Los santos inocentes (en 1981); El tesoro (en 1985); Señora de rojo sobre fondo gris (en 1991), y El hereje (en 1998), que le reportó otro Premio Nacional de Literatura.

Mario Vargas Llosa (1994)

Mario Vargas Llosa.

Mario Vargas Llosa estudió Letras y Derecho en Lima y en 1971 se doctoró en Filosofía y Letras en Madrid, con la tesis titulada ‘García Márquez: historia de un deicidio’. En 1959 dio a conocer el libro de relatos Los jefes, pero el reconocimiento le llegó con la aparición en 1962 de su primera novela, La ciudad y los perros, que ese mismo año obtuvo el Premio Biblioteca Breve.

Le siguieron otros títulos que confirmaron su relevancia literaria, como Conversación en la Catedral (de 1969), Pantaleón y las visitadoras (de 1973), La guerra del fin del mundo (de 1981), y Lituma en los Andes (de 1993), entre otros.

Fue profesor visitante en distintas universidades del Reino Unido, Estados Unidos, Puerto Rico, Alemania y España; doctor honoris causa por varias universidades europeas y americanas, y candidato a presidente de Perú. Entre los muchos premios que recibió, además del Cervantes, destacan el Rómulo Gallegos en 1967, el Príncipe de Asturias de las Letras en 1986 y el Nobel de Literatura en 2010.

Camilo José Cela (1995)

Camilo José Cela.

Camilo José Cela ingresó en 1934 a la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, pero abandonó prontamente para asistir como oyente a las clases de Pedro Salinas sobre Literatura Contemporánea. Al consagrado poeta le muestra sus primeros poemas y recibe su estímulo. Sin embargo, será la narrativa donde el escritor destacará como pocos de su generación.

La aparición en 1942 de su primera novela, La familia de Pascual Duarte, le supuso un éxito inmediato de público y crítica; no obstante, las nuevas ediciones fueron prohibidas por el franquismo y se debieron publicar en Buenos Aires. En 1951 alcanzó su siguiente gran logro con La colmena, que también se publicó en la Argentina y fue prohibida por la censura española. Con esta novela logró prestigio y popularidad universales.

En 1957 fue elegido miembro de la Real Academia Española y en 1980 ingresó en la Real Academia Gallega. Obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1987 y el Nobel de Literatura en 1989.

José García Nieto (1996)

José García Nieto.

Instalado en Madrid, José García Nieto se dedicó al periodismo y en 1939 se vinculó al círculo literario del Café Gijón, integrando la llamada “Juventud Creadora”. Concluida la Guerra Civil española y al salir de la cárcel, en 1940 publicó su primer libro de poemas, Vísperas hacia ti, al que siguieron más de treinta.

En 1943 fundó la revista Garcilaso, órgano de la generación poética de posguerra, neogarcilasista y formalista, y se dedicó de lleno a la literatura, a la adaptación de clásicos al teatro y al guion cinematográfico.

Entre sus obras mejor valoradas destacan Versos de un huésped de Luisa Esteban (de 1944), Tú y yo sobre la tierra (también de 1944), Del campo y soledad (de 1946) y Sonetos para mi hija (de 1953).

Guillermo Cabrera Infante (1997)

Guillermo Cabrera Infante.

Guillermo Cabrera Infante publicó sus primeras ficciones en revistas de La Habana, mientras ejercía profesionalmente como crítico literario y cinematográfico. Tras la victoria de la revolución, en 1959 fue nombrado director del Consejo Nacional de Cultura y, a la vez, subdirector del diario Revolución. Las simpatías mutuas no duraron.

En 1960 publicó el libro de cuentos Así en la paz como en la guerra. Fundó y dirigió el semanario cultural Lunes de Revolución, clausurado por el gobierno en 1961. Fue enviado a la embajada cubana en Bruselas; al regresar a Cuba fue retenido por el servicio de contrainteligencia debido a supuestas disidencias con el gobierno castrista.

Partió al exilio al año siguiente. Pasó por Madrid y Barcelona y se radicó en Londres. Trabajó como profesor y conferenciante en universidades estadounidenses. En 1967 apareció su primera novela, obteniendo repercusión internacional: Tres tristes tigres, que en el 64 había ganado el Premio Biblioteca Breve. Le siguieron La Habana para un infante difunto (en 1979) y La ninfa inconstante, publicada póstumamente en 2008.

José Hierro (1998)

José Hierro.

Los primeros poemas de José Hierro aparecieron en publicaciones del frente republicano, algunos de los cuales fueron compilados en el Romancero General de la Guerra de España, editado en 1937. Finalizada la Guerra Civil y con apenas 18 años, fue arrestado y pasó cinco años en cárceles franquistas, dedicando ese tiempo a enseñar a leer y a ilustrar a otros presos políticos, hasta su liberación en enero de 1944.

Desempeñó diversos oficios que le permitieron sobrevivir y su experiencia en prisión le sirvió para sus primeros libros de poemas, ambos aparecidos en 1947: ‘Tierra sin nosotros y Alegría. A los que siguieron Con las piedras, con el viento (en 1950), Quinta del 42 (en 1953), Estatuas yacentes (en 1955) y el célebre Cuanto sé de mí (en 1957).

En la década de 1950 comenzó a trabajar en la Editora Nacional, colaboró en varias revistas de información y se incorporó a Radio Nacional de España, donde permaneció hasta su jubilación en 1987. Cuaderno de Nueva York, poemario publicado en 1998, es considerada su mejor obra.

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